Me encanta motivar a mi público con anécdotas personales para que hagan «lo suyo» e inspirarles para que se cuestionen su propia situación vital y, si es necesario, la realineen.

Estar en el escenario es comparable a cualquiera de mis aventuras. Siempre es un viaje a lo desconocido.  Es intimidante, emocionante, siempre diferente y desafiante, pero cada vez también muy satisfactorio.